Aprender a soltar

Amigos, en este día tan especial...me inspira escribir sobre la amistad, sentimiento que vive y está presente en toda relación de amor, confianza, respeto y perdón...si, perdón porque todos alguna vez pudimos haber dañado a alguien...y también hemos tenido que poner nuestro orgullo en jaque para que esa relación no se resintiera, para que en definitiva...no muera.

Amigos, la vida es hermosa, realmente está llena de sabiduría y belleza...aunque a veces nos mentimos tanto, tan solo para no verla, para no disfrutarla, para no vivirla...pero llegó el tiempo de aprender a soltar...y dejar ir lo que más amas claro que duele, las pérdidas siempre son dolorosas porque implicó compromiso,entrega,pasión...y perdón...

...y cuando perdonas todo es distinto...cuando verdaderamente dejas que la gracia de Dios acaricie tu alma y sane tus heridas, es entonces el tiempo de dar paso a un nuevo comienzo.

Te cuento que no soy muy buena para las fechas pero he esperado por más de ocho años, recibir lo bueno que dí...y llevo esperando casi dos años que la semilla de buen fruto...a continuación quiero compartirle una parábola que lo explica todo:

Aquel día salió Jesús de la casa y se sentó junto al mar. Y se le juntó mucha gente; y entrando Él en la barca, se sentó, y toda la gente estaba en la playa. Y les habló muchas cosas por parábolas, diciendo: «He aquí, el sembrador salió a sembrar. Y mientras sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino; y vinieron las aves y la comieron. Parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra; pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó. Y parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron, y la ahogaron. Pero parte cayó en buena tierra, y dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta por uno. El que tiene oídos para oír, oiga.

 Amigos, la buena tierra dá su fruto y como también leí por ahí, el árbol se conoce por su fruto...(Prov. 22: 14).

Que pasen un hermoso día del amigo...dicen que uno invierte su tiempo en quienes en verdad ama.

No nos cansemos de hacer el bien porque a su tiempo segaremos si no desmayamos...el amor nunca deja de ser.

Dunamis...!